Una de tontolabas

Tontolaba, es el ultimo adjetivo utilizado para referirse ha este blog por parte de alguna persona que no comparte los contenidos de este medio de expresión (esto ultimo muy respetable), pero no olvidemos que la diferencia de ideas es uno de los pilares de la democracia.

Dejando para otra ocasión comentar la publicidad del hiperPP la cual no tiene desperdicio, los productos que nos venden no están en sus estanterías o los están fabricando en china y todo ello repitiendo el personaje que nos recuerda eso de “yo no soy…” como en otro conocido hiper.

Saliendo de lo habitual en este blog, este artículo no versa sobre política local directamente; Transcribiendo una columna de Manuel Saco al que ha seguro alguna persona lo calificara como “otro tontolaba”:


POR LA BOCA TAMBIEN SE MUERE.

Desde la muerte en huelga de hambre del opositor al régimen cubano Orlando Zapata, todos los días se reedita el drama psicológico de una izquierda que intenta justificar la monarquía revolucionaria castrista, como referente de socialismo real residual, y otra izquierda que no se presta a abdicar de los principios de la libertad de expresión que alimentan su ideario.

Ahora le ha tocado el turno a un actor como Willy toledo, que ha caído en el pecado de la sobreactuación, tras llamar a Zapata “delincuente común”. Es decir, un don nadie, un tipo irrelevante. Dejando a un lado el caso improbable de que un preso común lleve su protesta hasta el extremo de inmolarse, y pasando por alto el pequeño detalle de que Amnistía Internacional (¿Un nido de secuaces imperialistas?) tenía a este ser insignificante clasificado como “preso de conciencia”, parece que Willy Toledo no goza del sentido de la oportunidad.

Él mismo, cosa que le honra, encabezó el movimiento de apoyo a la saharaui Aminatou Haidar, considerada por el régimen marroquí como una delincuente, y no como lo que es: una opositora política.
Esta sobreactuación del actor Willy Toledo se debe, quizá, a que es muy joven y no conoció o ha olvidado cómo clasifican las dictaduras a sus opositores políticos y gente no adicta. Desde los homosexuales, a quienes el régimen franquista aplicaba la Ley de Vagos y Maleantes, a obreros voladores que morían de disparos al aire en las manifestaciones, a estudiantes, como enrique Ruano, “suicidado” por la policía, mediante el método de defenestración.

Cuidado, porque se empieza no teniendo razón y se acaba perdiendo la razón.

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de paseo por valoria marzo 2010



 
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